La Cooperativa de Trabajo Gracias a Dios Ltda. de La Paz surgió de la mano de una asociación de pescadores artesanales, que en 2017 se consolidó como una empresa de la economía social. Actualmente, está conformada por trece familias que participan activamente.

“Los trece que trabajamos le damos valor agregado al pescado del día. Acopiamos y tenemos para venderlo como milanesas, empanadas, y desespinados”, contó el presidente de la Cooperativa, Ernesto Galván.

Respecto a su proyección, indicó que “estamos en la situación de que nosotros somos los más vulnerables del río, y pescamos día a día. No nos alcanza para tener una industria que exporte”, y que su sueño es tener una jaula de pesca.  

El grupo trabaja durante los meses de pesca, con una veda marcada desde octubre hasta marzo, cuando los peces ponen los huevos. Además, tienen la precaución de utilizar redes que filtren a los especímenes más jóvenes y los más viejos.

Solidaridad en pausa

Con un cambio de dinámicas en relación al gobierno nacional, con quienes antes articulaban a través del Ministerio de Desarrollo Social y Agricultura Familiar, los cooperativistas debieron suspender sus acciones solidarias. Esto era, la entrega de bolsones de alimentos y ropa de abrigo, y leche para los desayunos.

También cancelaron la entrega de copa de leche los sábados y domingos, para los chicos que asistían regularmente: “A partir de enero ya no pudimos hacerlo, porque no nos alcanzaba para sostenerlo. Teníamos que elegir entre la Cooperativa o el merendero”.

Fuente: Elaboración propia a partir de entrevista realizada por FM San Alfonso (Yerba Buena, Tucumán).