Se fundó en 1977 con los pocos habitantes que tenía La Picada, distante unos 25 kilómetros de la capital entrerriana. Hacia 2021 el nivel poblacional había crecido y el servicio había decaído, “por ejemplo en mi zona, por una cuestión de altura, no llegaba el agua, en verano pasábamos 2 o 3 días sin agua, todo por una cuestión de que había aumentado la cantidad de viviendas que recibían el suministro”, recordó una de las vocales de la Cooperativa de Provisión de Agua Potable y Otros Servicios Públicos de la Picada Ltda., Carla Thuot, en declaraciones a El Portal de las Cooperativas.

Pese a reclamar no recibían respuestas, ”uno como vecino sólo pagaba la cuota pero no se acercaba a ver cuál era el problema”. En febrero de 2021 concretaron una reunión en la misma puerta de la Cooperativa. Allí se enteraron que más de la mitad del Consejo de Administración había fallecido, o no vivían en el pueblo, la conducción estaba prácticamente acéfala. Un único empleado, con una antigüedad de más de 20 años, debía acudir a resolver cualquier problema. En síntesis, tenía a cargo tareas administrativas y de los servicios.

Con la ayuda y asesoramiento de la Federación de Cooperativas de Agua Potable de Entre Ríos (Fecaper) lograron conformar un nuevo Consejo de Administración, asamblea mediante. Tenían 13 balances sin presentar en el Ipcymer como el INAES, la personería jurídica tambaleaba y no podían tener los papeles al día con la AFIP. “La Cooperativa no estaba funcionando”, resumió.

Tras organizarse administrativamente reactualizan el padrón donde “la mitad más uno de los asociados no pagaba el agua”, establecieron diferentes sistemas de planes de pagos para que se pongan el día, mejoraron la recaudación a tal punto que con fondos propios lograron hacer una nueva perforación para abastecer a más familias. Más adelante, gestionaron con Obras Sanitarias y Vicegobernación de la provincia la construcción de una torre elevada con tanque que se hizo en 2023.

Además, hicieron otra perforación para fortalecer otra zona del pueblo.

Tras conseguir el año pasado subsidios para sus compras, empezaron a colocar medidores, con ello lograron mejorar aún más la recaudación y controlar los derroches “el agua no desborda en todos lados”. Tienen un uso básico de uso de 12 mil litros de agua por usuario, quienes superen esa cantidad deben abonar el excedente.

A futuro quieren hacer más perforaciones. Celebran que desde enero tienen una empleada administrativa fija, durante tres años los integrantes del Consejo de Administración tenían que hacer este trabajo ad honorem.