El 9 de marzo del 2021 se inició un incendio, catalogado como catástrofe en el paraje Lago Puelo, en el que se perdieron casas, autos y cultivos. En ese mismo año un grupo se convocó, y mientras iniciaba la construcción de sus casas a pulmón, decidió conformarse en una cooperativa de trabajo dedicada a la agricultura y la construcción. La inscripción la realizaron en la localidad de El Hoyo, Chubut.

La presidenta de la Cooperativa de Trabajo Pilmaiquén Ltda., Jésica Castillo, recordó, “buscando la vuelta para ver cómo nos levantábamos otra vez, encontramos en la cooperativa, el formato que nos iba a dar la oportunidad de volver a resurgir de las cenizas”. En agosto del mismo 2021 comenzaron los trámites y en diciembre obtuvieron la matrícula.

Una vez creada la cooperativa, en el 2022, la Municipalidad de El hoyo contrató sus servicios para trabajar en la segunda etapa de la construcción de cinco casas que estaban levantando. La cooperativa está conformada por nueve socios y socias que trabajan en producción agrícola, carpintería y albañilería. “Empezamos con el objeto social agropecuario, después vimos las habilidades de los socios y decidimos ampliar a construcción, por eso encontramos la oportunidad de trabajar para el municipio”, detalló.

Colaboraciones

“También participamos de un proyecto gestionado por Gerardo De la Vega, investigador del Conicet (Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas), para combatir la plaga de la mosca Suzuki, que tiene las alas manchadas”, enunció Castillo. Este proyecto lo llevaron a cabo junto a otras tres cooperativas.

“Este proyecto tenía como innovación espaldares móviles, que nos sirve para mitigar esta plaga. Así que bueno, en ese proyecto, pudimos recuperar más de 300 plantas de fruta fina divididas en cuatro unidades productivas y todo lo que eso necesita, riego, el abono orgánico y demás”, resaltó.

La cooperativista reconoció que las familias que viven en la comarca, llegaron al lugar cuando eran más jóvenes y con más energía para desarrollar el trabajo del cultivo. “Los nueve socios además somos vecinos, y cuando llegamos teníamos un promedio de 30 años, venís con toda la fuerza y energía física para poder levantar y mantener un invernadero con los cultivos”.

Cuando sucedió el incendio tenían una Junta Vecinal, por lo que les resultó fácil el trabajo conjunto. “A los 20 días vino la Municipalidad de Lago Puelo a ver de qué manera nos podía ayudar y ya teníamos la primera casa levantada, entonces según el intendente en ese momento, Augusto Sánchez, no nos correspondían módulos de emergencia. Si hubo otro tipo de ayuda, de Desarrollo Social de Nación, que lo articuló con el municipio para la compra de unos biodigestores alambrado y mangueras, porque acá llega el agua cada casa por unas mangueras de media pulgada, porque es zona rural”, explicó.

Esta experiencia les enseñó dos cosas, dijo Castillo, “que podían trabajar juntos y la necesidad de articular con el Estado”.

Respecto al nombre de la entidad, Pilmaiquén, la presidenta contó que significa golondrina en Mapudungun (idioma Mapuche) y el barrio donde viven se llama Las golondrinas, por eso lo eligieron. 

Proyección

En cuanto a las metas y proyectos para este año, la referente lamentó, “se pone un poco triste y un poco gris, porque muchas políticas que se plantean a nivel nacional, no son favorables para los grupos de la Economía Social”.

Por otra parte, resaltó “mucha gente que no conoce el trabajo de los cooperativistas creen que solamente por ser cooperativista, el socio recibe una ayuda económica y no es así los socios de las cooperativas, por lo menos de la mía y conozco varias, reciben sus ingresos económicos del trabajo y la cantidad de horas que ponen en el trabajo. Cuando surgen estas ideas, este mito, nos perjudican”.

Una cooperativa es “un grupo de personas con una personería jurídica que es como una empresa, pero es una empresa social que tiene compromiso con el ambiente, con la sociedad en general y pagamos los impuestos normalmente, como cualquier otra empresa y tenemos responsabilidades, somos monotributistas, entonces si no podemos generar ingresos para la cooperativa, el socio no puede avanzar”, aseveró.

Los servicios que brindan, principalmente en construcción, lo realizan tanto para la obra pública como para el sector privado. “Si pasás un presupuesto hoy y la persona no pudo comprar los materiales en el mismo día, la semana que viene tiene otro precio más elevado, necesitamos que haya una estabilidad”, solicitó Castillo.

“Cuando hacés memoria y mirás hacia atrás, es increíble habernos levantado de ese momento tan triste, tan fuerte y tan devastador, porque quedamos con lo puesto, literal. El fuego no nos dejó sacar nada más que a las mascotas”, rememoró y añadió, “ves todo lo que avanzaste, todo lo que aprendimos porque tuvimos que capacitarnos en cooperativismo para poder entender bien qué es lo que estábamos haciendo”.

A nivel de conclusión reiteró que “valió la pena volver a apostar por lo que uno cree y siente, pudimos fortalecer el trabajo que veníamos haciendo. Cada vez que veo a las y los socios de una cooperativa, cómo trabajan, le ponen un montón de tiempo y dedicación, y muchas veces la mayor parte del tiempo, estás haciendo trabajos para sostener la cooperativa y no ves ingresar dinero. La verdad que estoy convencida que es el camino”. Por último, resaltó “el trabajo de una cooperativa también es de excelente calidad, porque no se tiene un patrón, somos todos dueños, esa es una característica”.

Fuente: Elaboración propia a partir de entrevista realizada por Radio Nacional Viedma (Viedma, Río Negro).