“Somos un grupo que éramos estudiantes de la Tecnicatura en Gestión Gastronómica recibidos en la Universidad Nacional de Entre Ríos (UNER). Cada uno tenía su emprendimiento particular como salón de eventos, comedores, viandas. Cuando la Facultad inauguró su nuevo local, decidimos hablar con la decana de ese momento y plantearle que queríamos hacer algo en el comedor, una empresa con el trabajo de todos. Finalmente, nos asesoramos en el tema de la Cooperativa y así fue como entramos en este mundo tan bueno e interesante”, comentó la integrante de la Cooperativa de Trabajo Tiempos de Sabores Ltda., María Antonia Larrama.

“En ese momento decidimos formar la Cooperativa, para proyectarnos y presentar emprendimientos. Somos proveedores municipales, trabajamos todo el año, presentamos proyectos, vamos a las licitaciones. La pandemia nos jugó en contra porque coincidió con el inicio de la Cooperativa, pero lo superamos porque cada uno de los socios trabajó por cuenta propia hasta que terminó. Sabemos cómo está la economía actual, poco trabajo, pero como siempre luchando para salir adelante y que todos los compañeros y compañeras puedan estar bien”, indicó acerca de la importancia de insistir y trabajar para superar los obstáculos.

Sobre los inicios de la Cooperativa y sus integrantes, aclaró: “En un principio éramos ocho integrantes, algunos se bajaron porque tienen su propio emprendimiento. El sector gastronómico no es fácil y hay muchas cosas por hacer, mucho para trabajar, y a veces no todos tenemos la misma visión de las cosas. A la par de estas bajas, fuimos incorporando gente, y ahora mantenemos el número original de asociadas y asociados”

Tiempo de Sabores no sólo tiene su faceta comercial, también se dedican a la enseñanza y la transmisión de conocimientos: “Presentamos un proyecto junto a la facultad, llamado Tirando Redes, durante el año 2022-2023. Fuimos a varias escuelas y capacitamos a cocineros y cocineras para que se incentive el consumo de pescado. Tenemos ríos en la zona, e islas habitadas en los ríos, pero se consume muy poco pescado porque la gente no sabe cocinarlo, sacarle las espinas. Entonces, hicimos dos presentaciones de Cooperativistas nuestros que les enseñaron a desespinar. Gualeguaychú es grande, una ciudad grande con mucho turismo y la verdad es que hace falta la capacitación gastronómica”

“El Museo del Carnaval es un espacio muy lindo que habla de toda la cultura, desde los comienzos del carnaval. Al lado del museo hay un espacio, que es el que nos brindaron a nosotros, donde funcionaba una confitería. El año pasado solicitamos que nos amplíen el lugar, que nos hagan una cocina para poder trabajar ahí. Esto se logró y ahora podemos realizar toda la elaboración desde ese lugar”, explicó sobre el espacio físico donde realizan la mayoría del trabajo actual. “Gualeguaychú es una ciudad muy linda, representada por el carnaval, pero hay muchas otras actividades que se pueden hacer. Tenemos el río, donde la gente puede irse de paseo, también diferentes museos ya que tenemos mucha historia”.

En febrero de este año, María Antonia había sido entrevistada por El Portal de las Cooperativas, indicando que las expectativas tanto económicas como laborales eran “malas si la gente no tiene un peso en el bolsillo no tiene para consumir, para gastar en eventos sociales, hacer reuniones. El sueldo se pulverizó. Intentamos que no se caiga la Cooperativa, achicarse lo que más se pueda”

Fuente: Elaboración propia a partir de entrevista realizada por FM La Lechuza (San Juan, San Juan).