La Cooperativa de Consumo Consol Limitada trabaja para cambiar el paradigma de consumo en el barrio de Colegiales, en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, con el fin de seguir ampliando y promoviendo una forma de consumir consciente y solidaria.

La coordinadora del espacio de comercialización, Irina Prytula, contó que la experiencia de proponer un mercado diferente funcionó, pero con la llegada de la pandemia, Consol debió prescindir de su espacio físico, y eso dificultó el encuentro.

“Fue difícil porque nosotros siempre hicimos prevalecer el vínculo cara a cara, y de esa manera nos dábamos a conocer en el barrio. Cuando nos quedamos sin local, los pedidos siguieron llegando, pero nos empezamos a manejar con la modalidad del envío a domicilio, y eso nos hizo perder en diálogo y cercanía”, explicó Prytula.

Sobre sus pilares fundamentales de trabajo autogestionado, precios competitivos y productos de calidad, la Cooperativa continuó apostando a crear nuevas redes asociativas de comercialización sustentable. La plataforma de compra se transformó en una herramienta importante, frente al desconcierto de las grandes cadenas de supermercados que no estaban preparadas para un consumo de esas características.

La coordinadora del espacio explicó que “se armó una red de cooperación que fue fantástica porque un montón de gente que de golpe se había quedado sola y aislada encontró en nosotros una solución”.

Actualmente, en un contexto de pandemia más controlado, y con muchas empresas regresando a su actividad convencional, el desafío de la Cooperativa es retomar y reforzar los vínculos, para llegar a la mayor cantidad posible de vecinos y vecinas.

La referente indicó que “es un momento difícil, porque efectivamente este tiempo que pasó nos dejó un poco aturdidos y aturdidas. No lo decimos solamente por el trabajo que hacemos en CONSOL, sino en un sentido más amplio: todos y todas, de aquí en más, tendremos que ir descubriendo el modo de volver a ser, y también de volver a hacer. Tenemos una ventaja: ya hemos aprendido que no se puede en soledad. Lo que queda, entonces, es volver a charlar entre compañeros y compañeras, comunicarnos, contarnos las cosas que nos pasan, y buscar otra vez la manera de salir adelante, solidaria y comunitariamente”.

Fuente: Cooperativa Consol.