“Nuestra historia arranca allá por el año 2001 con un grupo de productores que tenían problemas sanitarios en las colmenas, lo que se conoce como loque americana, que es cuando la cría se pudre y se muere, un problema sanitario importante. Había un técnico del INTA en Rauch, porque tenemos justo la estación experimental, y los productores estaban preocupados por lo que le estaba pasando en las colmenas. Se comienza a transitar ese camino con varios productores, se crea la primera unidad demostrativa manejada por INTA en la localidad de Miranda donde se empieza a aplicar este paquete tecnológico que era para recuperar las colmenas que estaban enfermas. Habían descubierto que, haciendo unos pasos, las colmenas se podían recuperar y no había que matar a la abeja”, indicó el presidente de la Cooperativa Apícola de Rauch Ltda., Emilio Tisera.

A pocas semanas de cumplir 20 años de actividad, Tisera recordó la etapa de conformación de la empresa social: “Ese grupo se fue consolidando como un grupo de pequeños productores familiares y llegó un momento por el año 2005 que éramos unos 15 o 16 y había algunos apicultores más que trabajamos de entender que la miel es un alimento y que el apicultor lo único que hace en el camino es por ahí perjudicarlo. Conformamos la Cooperativa en febrero de 2005, así que estamos a un paso de cumplir 20 años. En ese momento eran todos productores chicos que necesitaban la compra de insumos, los tambores, el azúcar, crecer en colmenas, y entendimos que la figura de la Cooperativa era la que mejor nos representaba en ese momento”.

No todas aquellas personas que se capacitan con ellos en la apicultura continúan en la Cooperativa: “Tenemos un CEP, una escuela de alternancia en Miranda que también forma apicultores, una escuela agropecuaria, el municipio tiene su sala de extracción que la tiene gerenciada con la Cooperativa y tenemos el salón experimental del INTA que hoy tiene dos técnicos en apicultura. La apicultura ha aportado mucho al desarrollo local en Rauch con la formación de nuevos apicultores. Tenemos algunos que dejan la actividad y otros que se van sumando, de los que terminan el curso de iniciación apícola y otros que por ahí hacen su camino individual sin estar en la Cooperativa”.

“En Rauch presentamos una ordenanza para favorecer que el dueño de campo que dejara instalar a un apicultor, tuviera un beneficio en el impuesto de la tasa rural. Lamentablemente, hace ya seis años prácticamente de la ordenanza y nunca se puso en práctica como para favorecer el localismo. Que no venga un apicultor de afuera y se instale, sino que el apicultor de Rauch tuviera ese beneficio”, concluyó.

Fuente: Elaboración propia a partir de entrevista realizada por Radio Los Toldos (Los Toldos, Buenos Aires).