El encuentro contó con la participación y aporte del subgerente general de la Cooperativa Obrera Limitada de Consumo y Vivienda, Pablo Barbieri. La entidad, con sede en Bahía Blanca y 135 sucursales en todo el país, trabaja en el proyecto Programa Alimentos Solidarios, desde el 3 de enero de 2020. La iniciativa cuenta con el aval de instituciones y un grupo de voluntarias y voluntarios.

Barbieri realizó un resumen con testimonios de quienes participan de la experiencia. “La logística en la comida tiene sus implicancias, tanto para poder distribuir como para salvar alimentos con los que tenemos dificultades”, explicó y agregó que la mercadería que no está apta para la venta pero que sí lo está para el consumo es recibida en el centro general de distribución.

“Allí llegan productos no perecederos: harina, arroz, fideos, azúcar, entre otras. En Cooperativa Obrera le decimos merma”, sumó. La merma es significativa y está relacionada con la gran cantidad de sucursales que La Coope tiene, además de las dificultades que surgen en su traslado. Por lo tanto, allí se determina su estado, sea para su recuperación, devolución o su destrucción. De esta evaluación, surgió la necesidad de salvar alimentos para poner a disposición de entidades.

“En enero del año pasado, la Cooperativa comienza un programa para recuperar productos no aptos para la venta a través de su fundación. Aclaro el convencimiento de Cooperativa Obrera en esto, y que desde siempre trabaja en donación de alimentos. Lo que propone este programa es hacerlo de manera más eficiente y acercarlo a las instituciones que más lo necesitan”, expuso.

La expresión de la solidaridad

Voluntarias y voluntarios referentes realizan las tareas de relevamiento de las instituciones, para saber cuáles son sus necesidades. “Son el nexo entre las instituciones y los productos que se van a donar. Se contactan periódicamente, se hace el seguimiento del envío y de la entrega de la mercadería y del buen uso que se haga de lo donado”, detalló el subgerente. Otra parte del voluntariado se encarga de armar el pedido y coordinar su entrega.

La agrupación de jubiladas y jubilados de La Coope fue la primera en realizar tareas de voluntariado. Se sumaron familiares y amistades, posteriormente y a causa de la pandemia, también hicieron lo propio grupos de scouts y de otras organizaciones. Desde su implementación, un grupo de más de 140 personas voluntarias de la Fundación Cooperativa Obrera ha distribuido 702.240 kilo/unidades de alimentos y otros artículos, en carácter de donaciones de Cooperativa Obrera y sus proveedores a 66 instituciones sociales y escolares de Bahía Blanca, Ingeniero White, General Daniel Cerri, Cabildo, Punta Alta, Neuquén y Mar del Plata.

En relación con los antecedentes, el subgerente citó los orígenes vulnerables de quienes fundaron la primera cooperativa en Rochdale, como así también, los de Cooperativa Obrera, iniciada por un grupo de obreros que querían -en ambos casos- dar respuesta a sus necesidades básicas. “El modelo de autogestión para resolver problemas comunes es el que también lleva adelante Alimentos Solidarios, se sostiene del convencimiento de la ayuda mutua y el esfuerzo propio como fórmula. Sabemos que donamos alimentos y donamos solidaridad”.

También hicieron uso de la palabra para referirse a distintas experiencias en la temática el decano de la Facultad de Ciencias Agropecuarias de la Universidad Nacional de Córdoba, ingeniero Marcelo Conrero y la referente del área Comunicación Institucional de la Fundación Banco de Alimentos de Buenos Aires, licenciada Virginia Ronco.