La Cooperativa Rural de Servicios Públicos Salto de las Rosas Ltda. nació en 1969 por la necesidad de un grupo vecinal de acceder al servicio de agua potable. Actualmente, abastece de agua a más de 3100 familias y es la empresa social con más kilómetros de red de la provincia de Mendoza.

Además de las cuatro perforaciones de agua subterránea incorporaron un servicio de salud, con el objetivo de bajar la morosidad. De esta manera, lograron tener un plantel de 33 profesionales de la salud trabajando en la empresa.

“Incorporamos consultorios médicos externos. Así que el socio que está al día con la cuota social de agua, y su familia, pueden tener servicios médicos de primera necesidad. Pediatría, clínica médica, traumatología, y ecografías, con el 50% de descuento de lo que vale la consulta particular”, indicó el referente de la entidad, Néstor Ojeda.

Valores en boga

Si bien el referente cooperativo reconoció la falta de estabilidad del sector, que se vio acentuada por la pandemia y la crisis económica actual, la empresa continuó cobrando los servicios y la comunidad pudo acompañar.

“Las Cooperativas resuelven lo que el mercado no resuelve. En este momento terminamos una red de 1500 metros con un costo millonario para que once familias puedan tener agua potable. A través del estado municipal conseguimos los materiales, la coope puso la retroexcavadora, los vecinos aportaron como socios, y hoy tienen agua potable. Una empresa privada no lo hace, porque no tiene la rentabilidad que pretenden, sobre todo en servicios básicos”, señaló.

Asimismo, afirmó que “como objetivo para este año queremos lograr la línea de consumo, tener el primer mercado cooperativo de San Rafael. No hay supermercados cooperativos en la zona, así que tenemos la intención de concretarlo y articularlo con otras Cooperativas del país para poder desarrollarlo”.

En el año mundial del cooperativismo, cuando los valores y principios son necesarios en un contexto político y económico que defiende la individualidad, Ojeda reflexionó: “Creo que el mundo está volviendo a mirar al cooperativismo con buenos ojos porque, la verdad, ha dado respuestas importantes. Más del cincuenta por ciento de la población argentina está atravesado por algún tipo de sistema cooperativo”.

“Ser parte de una Cooperativa es una forma de vida. Entender que nadie se salva solo, que la felicidad es compartida. El mundo cooperativo articula con la familia a través de lo social, de lo comunitario, nadie puede ser feliz solo. Es algo que sirve para vivir mejor”, concluyó.

Fuente: Elaboración propia a partir de entrevista realizada en Radio Nacional Viedma (Viedma, Río Negro).