Se celebró otro Día Internacional de la mujer trabajadora. En la provincia de Mendoza las calles del centro convocaron una multitudinaria marcha con cientos de reclamos de diversos sectores sociales y productivos.

El Día Internacional de la mujer trabajadora se conmemora todos los 8 de marzo desde el año 1977, cuando la Asamblea General de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) así lo designó, en conmemoración de las mujeres trabajadores que murieron en un incendio en la fábrica Cotton (Estados Unidos) mientras se encontraban en huelga.

A partir del año 2018, el movimiento feminista internacional lanzó el Paro Internacional de Mujeres y disidencias bajo la consigna “Si nosotras paramos, se para el mundo” con el objetivo de visibilizar las desigualdades económicas, la precarización laboral, la desigualdad salarial y las tareas de cuidado que siempre recaen sobre las mujeres y exigen mayor esfuerzo.

Las consignas de este 8 de marzo reivindicaron las luchas de las mujeres y diversidades, tal como lo expresaron desde el colectivo NIUNAMENOS Mendoza en su documento: “Paramos porque nuestro trabajo y nuestras luchas son esenciales, basta de femicidios, travesticidios y transfemicidios. Cupo e inclusión laboral travesti, trans y no binarie. Basta de justicia patriarcal. Porque si nuestras vidas no valen, produzcan y reproduzcan sin nosotras”.

Acompañando estos reclamos, cientos de mujeres, cooperativistas y organizaciones sociales del sector productivo se sumaron a la marcha.

Las mujeres de la Cooperativa La Terre, se hicieron presentes. Nelly, asociada de la entidad, nos recordó la situación en la que se encuentra la fábrica y el camino de lucha que transitan todos los días, “llevamos 6 años, somos ahora más de 100 personas trabajando, éramos 14. La fábrica hoy está rematada, la compró un empresario con mucho poder y los jueces que nos tocaron siempre fueron mujeres, y esas mujeres, nunca nos miraron porque éramos insignificantes para ellos. Pero nosotras les demostramos que podemos trabajar, que sin patrón se puede trabajar. Y lo logramos, por eso estamos orgullosas de lo que hicimos”.

Ester, también asociada de la Cooperativa de Trabajo La Terre Limitada, aportó: “El remate fue injusto porque teníamos la Ley 8874 y la pasaron por alto. Por eso estamos en la lucha, que nos vean, que nos escuchen. El apoyo es de todas las mujeres de las organizaciones, sentimos el gran apoyo de ellas, por eso estamos hoy acá acompañándolas, porque somos mujeres. Y también por la gente que pasa necesidades, nos pusimos en el lugar de ellos, cedimos lugar a organizaciones que no tenían un espacio”.

Además, agregó: “En la Cooperativa, hoy hay mujeres que luchan contra la violencia de género, también las que hacen calzado, las que hacen lavandina y alcohol en gel. Y eso nos satisface, por eso es la lucha de hoy y para decir que la Cooperativa siempre será del pueblo. Hoy aprendimos que teníamos que salir a luchar, con el apoyo de nuestras familias y nos demostramos a nosotras mismas que podemos”.

Ana Maya, es trabajadora de viña, y en medio de los reclamos salariales que llevan como sector vitivinícola, se sumó a la convocatoria. “Hemos venido con el grupo de mujeres vitivinícolas, de las viñas de las bodegas a marchar junto con todas las mujeres, por todos los femicidios que están pasando en nuestro país y también para visibilizar el reclamo que estamos haciendo todos los trabajadores de viñas”.

En relación a la situación de las mujeres afirmó “para las trabajadoras vitivinícolas es más difícil que para los hombres, porque las mujeres tenemos doble rol, trabajar en las viñas, en las bodegas y realizar el trabajo de ama de casa, criar a los hijos y los quehaceres domésticos. Hoy nos hemos convocados las obreras de viñas y bodegas para que vean nuestra lucha, ya que la crisis económica nos ha golpeado muy fuerte a los trabajadores vitivinícolas porque tenemos salarios muy bajos y eso es lo que estamos reclamando, igualar nuestro sueldo a la canasta básica.”

Por su parte, la Unión de Trabajadores Rurales sin Tierra (UST), una organización campesina que nuclea trabajadores del campo, también participó de la marcha. Verónica Pascual, integrante de esta organización campesina y territorial, expuso su situación: “Las mujeres en el campo tenemos un rol muy importante, que tiene que ver con la producción de alimentos. Nosotras venimos diciendo que las mujeres campesinas estamos fuera de registro porque en realidad las políticas públicas están orientadas siempre desde una mirada muy patriarcal. En el campo la cultura patriarcal es muy fuerte y las políticas que llegan siempre hablan de la titularidad individual, pensando en el jefe de familia o en el varón. Entonces las mujeres quedamos excluidas y somos, por lo general, quienes atendemos los animales, las cabras, quienes producimos el alimento que se consume en las mesas de las familias de la ciudad”.

También resaltó la necesidad de visibilizar a las mujeres del campo, “cuando se piensa en el campo, aparecen los hombres. Son los varones los que se sientan a discutir las políticas públicas y nosotras decimos que sin las mujeres no habría alimentos en las ciudades porque somos nosotras las que hemos multiplicado las semillas”.

Asimismo, detalló: “Venimos impulsando muy fuerte la importancia de pensar la cotitularidad de los registros de animales, la cotitularidad de los bienes, de la tierra. No tenemos acceso a la tierra porque por lo general la heredan los hijos varones o el marido. O sino la mujer se va a la casa del marido entonces no tiene tierra. Y cuando nos enfrentamos a situaciones de violencia no tenemos a dónde irnos porque no somos dueñas de nada. Así que es parte de la lucha y hoy nos unimos a la lucha de todas las mujeres, de todas las trabajadoras, pero poniendo el eje en el acceso a la tierra y la necesidad que se reconozca nuestra tarea productiva. Es necesario revisar los programas, las políticas públicas destinadas al campo desde una mirada feminista”.

Fuente: Giramundo TV Comunitaria.