La experiencia solidaria de un servicio que se volvió esencial durante la pandemia, a pesar de tener una histórica lucha por reivindicaciones laborales.

La Cooperativa de Trabajo Motomandados en Lucha Limitada de Resistencia, Chaco, remarcó que este año fue crucial el servicio que brindaron a poblaciones de riesgo y la resistencia a la precarización histórica del sector.

El presidente de la Cooperativa, Fabio Zerpa, indicó a El Portal de las Cooperativas que al principio del aislamiento obligatorio hubo mucha preocupación de si iban a poder trabajar. Cuando tomaron conocimiento del decreto nacional y provincial sobre las excepciones a servicios de primera necesidad, Zerpa analizó que con ese eufemismo: “No se hizo cargo el Gobierno de nombrar a este sector, no se lo nombró al cadete, no era el trabajador en sí quien estaba exceptuado”.

En los primeros meses, contó, se vino una ola de trabajo. “Con los compañeros nos dimos cuenta de lo que se venía, porque las empresas empezaron a tomar cadetes como si nada, para cumplir con más servicios”, señaló.

Por el contrario, desde la empresa de la economía social se tuvo cautela y mantuvieron la planta de 40 socios y socias, con los tres turnos habituales de mañana, tarde y noche. Sumaron 6 personas en el momento de mayor demanda para “tratar de cumplir con lo que pudimos”. “Tuvimos cautela porque sabíamos que esto iba a terminar. Si tomábamos personas sin pensar, tendríamos ahora 60 personas con un trabajo que es para 40. Bajó el 50% del laburo con respecto a la pandemia, pero seguimos de pie y firmes”, determinó.

Desidia municipal y acto solidario

Zerpa comentó que, con respecto a las medidas sanitarias de prevención, tuvieron que elaborar un protocolo propio, “ya que el Municipio de Resistencia jamás nos atendió, aunque hicimos pedidos de audiencias”. Trabajaron sobre la desinfección de motos y cajas de delivery, barbijos y guantes. “Gracias a eso, no tuvimos ningún caso hasta la fecha”, expresó

En el momento de aislamiento social obligatorio fueron de los pocos trabajadores y trabajadoras que podían circular, y destacó que vio “muchas falencias, inasistencias, tanto de familiares como del propio Gobierno”. “Y como el 99% salimos y somos de la villa, veíamos cómo personas adultas o embarazadas, personas solas o madres solteras no podían salir. El conjunto de trabajadores decidió brindar el servicio gratuito para estas personas que no podían salir de ninguna manera”.

Señaló que se facilitaron “muchos medicamentos y alimentos, todos elementos de primera necesidad”, hasta “nos pedían de ciudades aledañas: Barranqueras, Fontana, Vilelas y no dimos abasto”.

“Los cadetes tenían que trabajar también para llevar el pan a sus casas así que solo pudimos sostenerlo un mes. No tuvimos tampoco ningún tipo de apoyo central para la prestación de este servicio”, agregó. Ya para mediados de año, el Municipio adoptó la misma medida.

Lucha sindical

La lucha sindical de las personas que se desempañan como cadetes es histórica en el país y Chaco: “Es para lograr mejoras para todos los trabajadores y trabajadoras que hacen su labor arriba de sus motos y bicicletas”, afirmó Zerpa. En Resistencia, se inició en 2008 en una de las empresas más grandes de la ciudad, que contaba con alrededor de 120 cadetes. Ahí comenzaron a organizarse y hubo un giro hacia la lucha luego de la muerte de dos compañeros. “Empezamos a exigir nuestros derechos en una situación desigual. Enfrentábamos a patrones con mucho poder, y nosotros sin nada para sostenernos, así nos fueron despidiendo”, relató.

“Vimos la posibilidad de organizarnos como Cooperativa y generar nuestra propia fuente de trabajo en 2011”, dijo. A principios de 2012, enfrentándose a varias realidades individuales, empezaron a trabajar de manera autogestionada “sin entender mucho cómo”, pero con las habilitaciones correspondientes.

“Y ahora seguimos peleándola (a nivel sindical) pero desde la propia cancha de los patrones”, subrayó. Lograron una ordenanza que regula el servicio y en 2017, se alcanzó algo inédito, marcando un precedente nacional, que fue la regulación provincial de este trabajo. Actualmente, siguen peleando por obtener la reglamentación, más una modificación de la legislación para que incluya el nuevo método de trabajo a través de aplicaciones. “Las condiciones laborales siguen siendo las mismas que en 2008”, aseguró, aunque “hoy día se nota el acompañamiento de la gente”.

A nivel nacional, “nos miran con muy buenos ojos, hubo muchos intentos, pero nosotros logramos mantenernos”. Contó que a nivel federal están colaborando con el avance de conquistas, y “no solo lo gremial sino de posicionar al cooperativismo como herramienta para lograr las reivindicaciones”.