Se recordará la reciente presentación de los camiones Covid. El vocero presidencial había dicho que los vehículos enviados por China eran para combatir el coronavirus y que llegaron con “atraso”. Eso generó una queja por parte de la Embajada de China en Argentina, que vía la red social X expuso: “No conocemos fuente de información que mencionó, pero es información completamente incorrecta. Estos camiones son instalaciones logísticas de hospitales móviles de asistencia gratuita de parte del Ministerio de Defensa Nacional de la República Popular China para la Argentina”. 

Esa noticia estaba viciada. Pero fue multipropósito: le pegó al gobierno anterior, y tensó nuevamente el vínculo con China, que suma a las reuniones iniciales de la canciller Mondino con representantes de Taiwán. Todo alineamiento con el mundo unipolar de Estados Unidos.

Respecto de los anuncios del día 27 de marzo, podemos sintetizar que es un mal relato de medidas estrictamente administrativas. 

Actualmente, en la página del Instituto Nacional de Asociativismo y Economía Social (INAES) se pueden ver 10.458 matrículas de cooperativas y 1.335 matrículas de mutuales suspendidas. Sumadas, eso daría el número de 11.000 del que habló Adorni, que no tiene por qué saber que son personas jurídicas diferentes.

Cuando Mauricio Macri asumió la Presidencia de la Nación había algo más de 36.000 Cooperativas registradas. En un pase de magia, quedaron alrededor de 9.600 con matrícula vigente cuando terminó su mandato. Entre otras medidas, se revocaron matrículas, se cancelaron, se retiró la autorización para funcionar y se suspendió una cantidad significativa.

Con Macri -y el mismo presidente de INAES que ahora, Marcelo Collomb- aconteció la primera razia de Cooperativas. Si bien el término “razia” no se ajustaría con precisión a lo sucedido, no hay un término que signifique “eliminación (masiva) de organizaciones”. El recordado Mario Cafiero fundó el término cooperativicidio.

Durante la gestión de Alexandre Roig en el INAES (2021-2023), se recuperó administrativamente un número importante de Cooperativas, que pudieron regularizar sus matrículas, porque hubo políticas públicas proactivas. No es una cuestión de billetera, que es el entendimiento de algunos necios, que no es un término descalificativo si se lo considera en su acepción latina (necio: no sabe ni se interesa por adquirir conocimientos en la creencia burda de que ya sabe mucho).

Un dato económico que se soslaya es que una parte sustancial del financiamiento para proyectos productivos de las Cooperativas surge de los impuestos que las mismas Cooperativas tributan, y que gestiona el INAES con un Directorio integrado con representación por tercios de Mutuales, Cooperativas y el estado.

Hubo una clara decisión en el período 2019-2023 por la inclusión social y la regularización de cientos de emprendimientos informales, dedicados a atención de personas mayores, infancias y con diferentes discapacidades, al reciclado, al mantenimiento de espacios públicos, la construcción (ese mundo donde prima la informalidad), la gastronomía, y también de espacios artísticos y culturales (por mencionar algunas bandas que optaron por el modelo cooperativo tenemos a La Delio Valdez, Bersuit Vergarabat, Kumbia Queers, Andando Descalzo, Los Espíritus, Nonpalidece, Fernandez Fierro, La Chancha Muda, Naza, entre otras).

La traducción en números es que actualmente hay 24.445 cooperativas y 4.129 mutuales con su matrícula vigente, que viven de su trabajo y que cumplen un rol social clave en las comunidades urbanas y rurales en las que están insertas, en algunos casos supliendo o complementando al estado.

El acceso al listado de Cooperativas es público (si bien aparece un cartel intimidatorio “La conexión con este sitio web no es segura”). Allí se podrá descargar como hoja de cálculo y contrastar parte de la falacia expresada por Adorni: “El padrón de cooperativas aumentó un 138% en los últimos cuatro años, el 70% no presentaron balances ni asambleas, el 22% repiten asociados entre ellas, el 20% registraron el mismo mail y el 9% comparten el mismo domicilio”.

Por último, la amenaza que generó mucha angustia en trabajadoras y trabajadores que no alcanzan a comprender que un funcionario pueda operar en un sentido no alineado con el bien común: la suspensión de matrículas de las Cooperativas inscriptas entre 2020 y 2022. Esta medida, también administrativa, podría considerarse inconstitucional en cuanto colisiona con el cumplimiento del artículo 14 bis. Cuando el Estado no puede garantizar derechos, surgen las Cooperativas para autogestionarse empleo, vivienda, salud, servicios… ¿A alguien le quedan dudas? 

Por las mismas horas, se anunció otra medida de simplificación en el régimen de constitución de sociedades en el extranjero, para fomentar las inversiones provenientes desde el exterior. Curiosamente, no tuvo la misma difusión. ¿A alguien le quedan dudas?