“La Pascana fue siempre y es un restaurant estilo bodegón pequeño en la esquina de Humboldt y Paraguay, que inició hace 34-35 años aproximadamente. En el 2012, cuando la firma que conducía esta empresa se retira, nos quedamos sin trabajo y decidimos armar una Cooperativa y proponerle al dueño de la propiedad que nos alquile a nosotros. Luego de las tratativas correspondientes con el INAES y con el dueño de la propiedad, empezar a empaparnos con lo que significaba pertenecer a una Cooperativa, los trabajadores de La Pascana nos hicimos cargo del lugar. Así fue que seguimos con la misma clase de comidas: Pizzas, pasta casera y artesanal, empanadas, tenemos un horno de ladrillo refractario, elaboración a la vista y estamos en una esquina muy emblemática”, comentó la referente de la Cooperativa de Trabajo La Pascana Ltda., Ana María Nuciari.

El paso de una forma de trabajar a otra los y las obligó a adaptarse a cumplir múltiples tareas en la cadena productiva: “Como todo comienzo, ha sido muy difícil. Todos éramos trabajadores que desempeñábamos una sola tarea: Yo era camarera, estaban los pizzeros, las maestras pasteras, ayudantes de cocina, bacheros, entre otros. No sabíamos nada de lo que era gestionar un proyecto colectivo, cooperativo. Todo eso fue muy cuesta arriba, pero con el tiempo le fuimos agarrando la mano. Como ya nos quedaba un poco chico esto de ser solo nosotros, en la pandemia vimos tanta gente pasar hambre y necesidades gravísimas, empezamos a pensar en las mujeres que estaban solas en la casa, atravesadas por distintos conflictos como violencia de género, madres solteras, mayores de 45 años y hasta mujeres que habían tenido conflicto con la ley penal. Empezamos a dar un taller de panadería, asistidos por el Ministerio de Mujeres, luego otro de acceso a derechos, y así fue como La Pascana se fue transformando en un lugar de oportunidades para gente que el mercado laboral formal deja de lado”.

La Pascana no sólo les pertenece a sus integrantes. También le dan un lugar a aquellas personas que necesitan un primer paso de inserción en el mercado laboral: “Somos 19 asociados y asociadas. Muchas veces recibimos chicos que hacen prácticas laborales que salen de hogares institucionales. Chicos y chicas mayores de 18 años que necesitan aprender un oficio para salir al mercado laboral y que estuvieran alojados en un hogar institucional por diversas razones para preservar su seguridad física y mental. También, cuando se da la posibilidad, articulamos con distintos hogares, con algunas organizaciones no gubernamentales que apoyan vulnerabilidades, algunas fundaciones y demás, atendemos a otros grupos que o se quedan trabajando en la Cooperativa o buscan su camino en cualquier otro espacio laboral”.

Sobre el significado del nombre de la Cooperativa, añadió: “La Pascana significa parador en el medio de los cruces de camino. Era una palabra colonial que se utilizaba donde los carteros y mensajeros paraban a descansar los caballos. Sería como una posada en el medio del camino. Estamos hablando siempre de caminos rurales, de la federalidad de nuestra tierra”.

“Hay una baja en el trabajo, hay que ponerse más creativos. Hay un aumento tremendo en el costo de los servicios como luz y gas, también pagamos alquiler”, concluyó.

Fuente: Elaboración propia a partir de entrevista realizada en FM Inédita (Cosquín, Córdoba).