En la localidad bonaerense de Luján surgió en 2010 la Cooperativa de Vivienda y Consumo 10 de Agosto Ltda., como respuesta colectiva a la construcción de viviendas y provisiones de materiales para refacciones y mantenimiento de las mismas.

“Estábamos en la ciudad de Luján, y hace un tiempito también pasamos los límites y llegamos a Lezica y Torrezuri”, contó en una entrevista radial, la referente de la entidad, Evangelina Pirroncello.

La oferta inicial es una casa de 60 metros cuadrados (m²) que a futuro puede ser ampliada. “Es de muy buena calidad y tenemos cuatro círculos solidarios de vivienda”, aseguró Pirroncello. Llevan entregadas más de 80 viviendas, que quienes las solicitan la abonan en aproximadamente 230 cuotas.

“El valor de la cuota es complejo. El círculo uno se ajustó en el valor de salario mínimo vital y móvil y a partir del dos, a través de la paritaria docente bonaerense. Decidimos este sistema de ajuste porque nuestro público objetivo son los trabajadores y las trabajadoras, personas de a pie que de otra forma no pueden acceder a su casa”, remarcó.

En esta modalidad de asociación se buscó una forma solidaria para ir ajustando costos que permita a la persona asociada sostener el pago y que de alguna manera ese monto haga viable la construcción. Una propuesta que acompañe a los socios y a la cooperativa”, definió.

La construcción está a cargo de los trabajadores de la Cooperativa. “Tenemos nuestros encargados, maestro mayor de obra, arquitectos. También hay un equipo que trabaja en torno a la infraestructura, como ingeniero hidráulico, eléctrico que no están fijos”, detalló.

Con servicios complementarios

“Arrancamos con la parte de vivienda, a partir de esa necesidad, después durante algunos años, el salario mínimo vital y móvil quedó congelado, ahí se empezó a complicar porque los precios de los materiales crecían exponencialmente y la cuota no se ajustaba en esos mismos términos”, aclaró la cooperativista.

Atravesando la dificultad de no lograr cubrir los gastos con el ingreso de la cuota, buscaron ampliar la oferta en el área de consumo. “Ampliamos la propuesta para permitir a los socios y socias consumir, por ejemplo, para las ampliaciones de su casa, para un arreglo, para la pintura, para lo que fuera, abrimos el área de consumo”, explicó la referente.

En la actualidad cuentan con una oficina de vivienda y otra de consumo. “Es como un corralón, ferretería para las y los socios y su familia. Incluidos quienes estén alquilando y que todavía no tienen la casa con nosotros”, afirmó.

Pirroncello manifestó la importancia de contar con este servicio porque encuentran materiales con precios inferiores a los del mercado y por otra parte distinguió que “la cantidad de cuotas son entre 200 y 230 cuotas, tenemos establecido un piso y un máximo para que, si cambian los consejos de administración, esto se vea siempre regulado y además que todo se hace mediante escribano público”.

Durante la entrevista radial se explayó sobre las formas de pagar las cuotas, los montos y resaltó la importancia de crear conciencia colectiva. “Hacemos mucho trabajo cultural que es lo más complicado, desde el principio cuando se ingresa a la cooperativa, sabemos que todos pagamos la casa de todos, sino de otra forma es imposible sostener con estos valores la construcción de vivienda”, concluyó.

En este momento está abierto el círculo 4 al que todavía se puede inscribir, para conocer más detalles se puede ingresar a la página web, o mediante las redes sociales, siempre van publicando novedades.

Fuente: Elaboración propia a partir de entrevista realizada en Radio La Compañía (Tandil, Buenos Aires).

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