La Cooperativa de Trabajo Revalorización de Aparatos Eléctricos y Electrónicos Ltda. tiene su sede en la ciudad de Tandil, provincia de Buenos Aires, donde trabajan en conjunto con otras Cooperativas a través de la recientemente creada Federación Chapeulufú.

Gracias a un proyecto financiado por la Secretaría de Políticas Universitarias, comenzaron un proceso de recuperación de aparatos eléctricos y electrónicos en colaboración con la Universidad Nacional del Centro (UNICEN). “Hay un gran problema que es mundial, que es qué pasa cuando se descartan todos estos aparatos. Estos elementos que no solo cuando se descartan de manera incorrecta generan muchísima contaminación al ambiente que lo pagamos con la salud de todos los ciudadanos, sino la energía necesaria para fabricarlos. Por ello, nuestra Cooperativa no es de reciclado, sino de revalorización”, indicó el presidente de la entidad, Sebastián Barbieri.

En 2022, promovieron la sanción de la Ordenanza 17.899, que establece un marco normativo para el tratamiento diferenciado de los residuos de aparatos eléctricos y electrónicos (RAEE).

Entre sus disposiciones, la norma prohíbe que empresas e instituciones desechen estos residuos como parte de la recolección habitual de residuos sólidos urbanos, exigiendo en su lugar la entrega de los RAEE en puntos habilitados y con el correspondiente certificado de gestión.

El material reutilizado por los trabajadores y trabajadoras de la empresa social ronda el 10 al 15%. Reciben cerca de 150 toneladas de aparatos eléctricos y electrónicos al año. “Es un proceso complejo el que tenemos, nos hemos ido profesionalizando porque tenemos mucha cantidad de aparatos y también hay que tener en cuenta la cantidad de componentes que puede tener por ejemplo una computadora. Cada cosa tiene que estar inventariada, broquelada, cada elemento tiene que tener su trazabilidad”.

Desde COPRAEE destacan diversas formas de darle un nuevo valor al elemento eléctrico descartado, como darle una segunda vida intentando reutilizarlo, evitar que termine su recorrido en un relleno sanitario, utilizar sus partes como repuesto o como puntapié para proyectos de fabricaciones de nuevos elementos. “Si no se pueden reutilizar los componentes, intentamos reutilizar los materiales. En caso de que no se pueda utilizar de ninguna forma, ahí si pasan a ser reciclados”, agregó Barbieri.

Fuente: Elaboración propia a partir de entrevista realizada en FM Láser (Catriel, Río Negro).