“Estamos en el Barrio Padre Carlos Mujica en la Villa 31 y estamos realizando este recorrido para todas las personas que no se animan, puedan conocer la gastronomía y los productos que tenemos en el barrio. Desde el desconocimiento, el barrio se ha conocido más a través de la televisión por todas las cosas malas que pasan, pero no se ha visto las cosas buenas que hay en realidad aquí”, comentó la tesorera de la Cooperativa de Trabajo Ajayu Turismo Comunitario Ltda., Iris Camarena. 

Los años de trabajo urbanísticos presentes en la villa le jugaron una buena pasada: “Hay mucha gente que trabaja, emprendedores, la riqueza gastronómica, muchos chicos practicando deportes. Por la urbanización del barrio, ha cambiado mucho la geografía del lugar estéticamente, se abrieron nuevas calles y ahora tienen nombres. En la zona de la terminal de ómnibus, las casas ya no son de ladrillo, sino que se han revocado y pintado. Eso le da otra mirada porque ves casitas de colores, de tres o cuatro pisos”.

La Cooperativa Ajayu está compuesta actualmente por cuatro personas, cada una de una nacionalidad distinta: “Nosotros empezamos en el 2019 con un mapeo para ver qué es lo que había, qué podíamos ofrecer, como podíamos atraer a la otra persona que no conoce. En un inicio éramos cerca de 20 personas, luego vino la pandemia que nos encerró a todos, a mitad de ese año retomamos, hicimos nuestro propio recorrido y quedamos siete personas. Actualmente, somos cuatro porque tres personas han renunciado y estamos en búsqueda de nuevos vecinos y vecinas que se quieran sumar a esta Cooperativa. Somos de distintas nacionalidades: Yo soy de Perú, hay una persona de Bolivia, otra de Paraguay y otra de Argentina. Cada uno, aparte de formar parte de Ajayu, tenemos otros trabajos”.

“Algunos tenemos hijos e hijas y queríamos que ellos puedan querer al barrio, querer sus tradiciones, su historia. Eso es parte de nuestra identidad, de nuestro país, de nuestros orígenes. Queríamos romper con esa barrera de que todos los villeros son malos, trayendo a la gente para que pueda disfrutar también de nuestra gastronomía”. Claramente, el trabajo que se realiza en la Cooperativa va más allá del aquí y el ahora, pensando siempre en las generaciones que vendrán.

Desde Ajayu invitan a todo aquel que pase por la zona a sumarse a la experiencia y ser parte del paseo gastronómico: “Es algo a destacar que nosotros somos la primera Cooperativa de aquí, porque el turismo comunitario se realiza generalmente en zonas rurales, pero es el primero que se hizo dentro de una ciudad. Lo distinto de nosotros es la ubicación que es accesible, hace que todos quieran entrar a conocer porque siempre que pasan por la terminal de ómnibus se ve todo lo nuestro y algunas personas quieren conocer, pero no se animan. Otra cosa que nos distingue es quizás la historia, por el Padre Mujica y la iglesia, los restos del padre están acá”.

“Nuestro recorrido consta de tres platos típicos, antes eran cinco pero debido a la suba de precios, hemos decidido disminuir la cantidad. Se compone de un producto de Paraguay, el chipa, uno de Perú como puede ser el arroz chaufa o un lomo saltado y un plato típico de Bolivia. El chipa al ser un producto que lo podes comer caminando, lo vas probando, el producto de Perú se disfruta en un restaurante y el de Bolivia en la casa de una señora que nos abre las puertas de su casa y lo prepara. De eso también se trata cuando hablamos de turismo comunitario, cuando podemos involucrar también a las personas del barrio para que puedan interactuar con quienes nos vienen a visitar”, concluyó.

Fuente: Elaboración propia a partir de entrevista realizada por FM Frecuencia Zero (CABA).

Para seguir leyendo de la Cooperativa de Trabajo Ajayu Turismo Comunitario Ltda.