El nacimiento de la Cooperativa de Vivienda y Servicios Públicos Rucas del Sur Ltda.  se remonta a 2011, cuando un grupo de vecinas y vecinos de San Carlos de Bariloche comenzó a advertir que no encontraban lugar en los programas provinciales de vivienda. “Nunca sabíamos por qué no entrábamos. Siempre aparecía alguien acomodado y quedábamos afuera”, recordó el presidente de la entidad, Juan Logaj.

La decisión de unirse en Cooperativa surgió como respuesta directa a esa desigualdad: el municipio colaboró con la formalización inicial, pero el resto del camino lo recorrieron prácticamente solos, con esfuerzos compartidos y aprendizajes permanentes.

La entidad llegó a administrar alrededor de 350 lotes, de los cuales logró regularizar la mayoría, quedando hoy poco más de 100 en etapa de trabajo activo. Entre los hitos más importantes se encuentra el avance en servicios básicos: ya cuentan con red eléctrica, finalizaron la obra de agua y actualmente se organizan para encarar la extensión de gas. Un impulso reciente provino de la provincia, que se hizo cargo del sistema de cloacas, una inversión de gran magnitud que significó un alivio para la comunidad asociada.

Como toda organización social, la Cooperativa atravesó contextos adversos: un invierno particularmente duro, la caída de planes nacionales, el impacto económico del volcán en la región y períodos sin apoyo municipal. “Nos mantuvimos gracias a la administración cuidadosa. Si uno paga tarde a los profesionales o calcula mal, se complica. Todo aumenta, y lo que juntamos en el mes ya no alcanza al mes siguiente”, explicó. Aun así, lograron sostenerse sin caer en conflictos judiciales y manteniendo intacto su objetivo principal: garantizar oportunidades de acceso a la vivienda digna.

Hoy cuentan con aproximadamente 80 asociados y asociadas, en parte porque el actual loteo es el último disponible. Muchos de quienes integran la Cooperativa trabajan en la construcción, lo que les permitió avanzar con mano de obra propia en varios tramos de las obras. También desarrollaron casillas de emergencia, viviendas iniciales de bajo costo que representaron un logro significativo tanto para las familias que las recibieron como para la organización en su conjunto. “Es una satisfacción enorme cuando una familia puede empezar su casa, aunque sea pequeña. Para nosotros es un avance concreto”.

El Consejo de Administración refleja un recambio generacional en marcha. Con participación equilibrada entre mujeres y hombres, en los últimos años se sumaron jóvenes que hoy asumen responsabilidades y proyectan la continuidad del trabajo cooperativo. El referente histórico, ya jubilado por cuestiones de salud, acompaña esta transición convencido de que el modelo solidario sigue siendo una herramienta válida para construir futuro. “La cooperativa permite salir adelante con trabajo propio, sin patrones, aprendiendo oficios y generando soluciones reales”.

Fuente: Elaboración propia a partir de entrevista realizada en el programa Tendencias, en Radio Argentina (Resistencia, Chaco).