La Cooperativa de Usuarios de Electricidad y de Consumo de Castelli Ltda. de Castelli, fue fundada en noviembre de 1956. Es una Cooperativa Eléctrica multiservicio, que nació por la demanda de la comunidad vecinal, y que a lo largo de los años ha incorporado servicios de agua potable, de cloacas, de sepelios, venta de artículos para el hogar, televisión por cable, e internet con fibra óptica, con el objetivo de ser un ente regulador de precios.

“Lo que hace la Cooperativa es asegurarle al asociado que haya un techo. Si una empresa multinacional de lucro vende a menor precio que nosotros, el beneficio es para el usuario. Así vamos tratando de sobrellevar todas las cuestiones del pueblo”, indicó el referente de la institución, Ángel Echarren.

Problemática del sector

Los cincuenta trabajadores que forman parte de la empresa se encuentran con la dificultad del cuadro tarifario: “Hoy las cooperativas en la Provincia, tienen ingresos que son totalmente deficientes. Estamos pasando un muy mal momento económico y financiero. Como sector, siempre tenemos esta cuestión que somos asociados, somos los dueños, usuarios, que estamos en esa línea difusa con los derechos de usuario y consumidor”.

“A veces, los marcos regulatorios buscan defender a los usuarios de las empresas de lucro, y en nuestro caso somos nuestros dueños. Si bien en la Cooperativa no queremos quitarnos derechos propios, a veces corremos con leyes y normativas que no son aptas para la situación jurídica”, explicó.

Una de las principales herramientas a la que recurren en este sentido, es la Federación de Cooperativas de Buenos Aires (Fedecoba), una Cooperativa de segundo grado que representa a casi 160 entidades de la economía social, y cuenta con un Departamento Legal y Contable.

En esa línea, Echarren indicó que “siempre hemos tenido inconvenientes con el cuadro tarifario, y hoy hay usuarios que no tienen subsidio y están pagando un importe elevado por su tarifa eléctrica. Pero la quita de subsidios es para una menor erogación del Estado Nacional. Eso no tiene un correlato para el ingreso nuestro, el valor agregado de distribución, que ese es el margen que tenemos la distribuidora. Entonces, el usuario paga más, pero a mí como distribuidor me sigue quedando el mismo ingreso”.

“Las tarifas estuvieron congeladas dos años por la pandemia. Para los costos de salario, de combustible. poner una camioneta, más en el sector cooperativo, se necesita dinero. Creo que nadie escapa a la economía hogareña. Los ingresos, prácticamente congelados tres años, aunque nos haya dado algo la Provincia, no son suficientes. Todo el tiempo de congelamiento nos comió ahorros, invertimos mucho en los servicios”, enfatizó.

Pensar comunitariamente

Entre las particularidades de que la gestión de los servicios estén a cargo de una empresa cooperativa, Echarren remarcó la necesidad de desmitificar sus altos costos.

“Es un monopolio necesario, porque no puede haber muchas empresas, cada una con su línea eléctrica. Cuando una cooperativa actúa en competencia con otra empresa local o extranjera, es superior la cooperativa. Tenés una cara visible. El dinero queda, se reinvierte en el pueblo”, enumeró.

Asimismo, agregó que “hay empresas para las que son clientes, y te tratan como tal. Nosotros tenemos usuarios, y tiene derechos, pero también obligaciones, como el pago del servicio para no perjudicar al resto de los asociados”, y que “muchas veces la Cooperativa no tiene la energía que necesitamos. No porque no invierta, sino porque, aunque tenemos redes de transmisión eficientes, faltan inversiones en muchos sectores. Nosotros somos solo vendedores de esa energía. Ponemos lo mejor de lo nuestro, pero si lo que nos llega no es eficiente, no le llega al usuario”.

“Creo que hay que valorar todas las empresas de la economía social y seguir trabajando para tener siempre una mejor calidad de vida en nuestros pueblos. Que haya equidad, solidaridad, y los valores que se deben tener en todos los aspectos de la vida”, concluyó.

Fuente: Elaboración propia a partir de entrevista realizada por Rumores de Pehuajó (Pehuajó, Buenos Aires).