Desde la Cooperativa Popular de Electricidad Obras y Servicios Públicos de Santa Rosa Limitada (CPE) presentaron un balance tras el período pandémico que, dicen, parece no tener aún fecha de caducidad. “¿Qué nos queda?” fue la pregunta motor para el desarrollo de este análisis.

El presidente del Consejo de Administración, Alfredo Carrascal, la gerente de Telecomunicaciones y el de Energía, respectivamente, Iara Arcuri Lahoz y Luis Usero, la persona a cargo de Funeraria, Sergio Dutto, y el responsable del Servicio de Salud Ocupacional de la CPE, Alfredo Giordano, resumieron sus impresiones respecto a diversos tópicos.

El trabajo en equipo

Giordano puntualizó: “Quedaron varias cosas. El primer periodo fue muy agotador tanto físico como emocionalmente”. Resaltó el trabajo en equipo con gente comprometida hasta el extremo de dar su tiempo y su descanso para la coordinación de tareas, asumiendo compromisos que incluso iban más allá de sus funciones.

Además explicó que se reacomodó el funcionamiento de casi todos los sectores. Se encontraron con algunas falencias en sus lugares de trabajo, hubo varias dificultades para acondicionar espacios seguros, ventilados. Y también se revalorizaron áreas como Servicios Internos, Maestranza, Depósitos, Compras, Prensa, etc.

Resaltó también el apoyo incondicional del Consejo de Administración y de Gerencia Administrativa porque se generaron gastos impensados y urgentes, y nunca hubo objeciones.

Hacia la transformación digital

La gerente de Telecomunicaciones, por su parte, señaló: “Sin entrar en concreto con lo hecho en Telecomunicaciones (adecuaciones de lugares de trabajo, homeoffice, el uso de la Usina para atención comercial, etc.) a nivel institucional quedó demostrado que es imperativo caminar hacia la transformación digital. Adaptarnos lo más rápidamente a las nuevas herramientas digitales es lo que hizo la diferencia, obviamente de la mano de un equipo comprometido”.

Dentro de ese contexto, comentó, lo negativo fue y es la crítica situación económica agravada como consecuencia de la pandemia. Frente a ello, y considerando el carácter esencial de los servicios de telecomunicaciones, avanzaron con planes de refinanciación de deudas como una manera de acompañar a sus asociados y asociadas.

“La tendencia hacia la digitalización no tiene vuelta atrás”, dijo y mencionó que también aumentaron el uso de redes sociales y plataformas digitales, e invirtieron en soluciones digitales que facilitan la comunicación con las y los asociados.

Aprender a usar los protocolos

Dutto destacó que el ejercicio de resolver problemas interdisciplinarios, de plantear dudas, de trabajar en equipo, fue muy positivo. “Trabajar en acciones de contingencia, aprender a utilizar protocolos y rescatar la confianza de contar con el compromiso del personal. Quizás lo negativo, y que nos puso a prueba, fue la incertidumbre que nos dominó y paralizó a principios de la pandemia. Luego revertimos a través de información, recomendaciones, protocolos y aplicando sentido común”, reflexionó.

En la urgencia, compromiso y responsabilidad

Usero, por su parte, admitió que la situación pandémica les impuso la necesidad de desarrollar las actividades habituales con modalidades totalmente inéditas, en particular el trabajo virtual. Algunas, dijo, ya eran ideas en análisis pero el contexto extremo obligó a implementarlas en el menor tiempo posible.

En este sentido, el gerente de Energía, recalcó el compromiso y responsabilidad de gran parte del personal que aún en situaciones nuevas (formas de atención no presencial, sea por gestiones, reclamos como pagos de facturas) cumplió con éxito su trabajo.

El potencial de las empresas sociales

El presidente del Consejo de Administración reflexionó: “La CPE quedó expuesta en su potencial y sus debilidades, como sucedió con todas las organizaciones sociales, las personas y las instituciones. Vale reiterarlo: la Cooperativa se reveló como una extraordinaria prestadora de servicios esenciales, con un nivel de excelencia que es permanentemente destacado que nos llena de orgullo”.

“El Consejo de Administración, por su responsabilidad, por la permanente demanda de cada sector afectado a servicios esenciales, por la indelegable responsabilidad de conducir una organización de más de 500 empleadas y empleados, no fue ajeno a este esfuerzo. Nos parece haber superado una enorme y desafiante prueba, aunque nadie puede decir que esto ya terminó”, concluyó.

Fuente: Revista 1 de Octubre.