“Esta Cooperativa está formada hace un año. Comenzamos en agosto del año pasado y es una Cooperativa de inclusión, construcción y mantenimiento, con personas liberadas del servicio penitenciario que estamos insertando a la sociedad. Una de las mejores maneras es tener una Cooperativa de trabajo y gracias a dios estamos trabajando para el ministerio de economía, y ahí hacemos tareas de mantenimiento como cortar el pasto, arreglar todas las superficies de concreto, problemas de agua, mantenimiento completo. A su vez, estamos trabajando en un proyecto de pre moldeado y ladrillos ecológicos”, indicó el presidente de la Cooperativa de Trabajo San Dimas Ltda., Gustavo Biasori.

Los trabajadores de San Dimas alternan sus tareas dependiendo de si cuentan con su libertad total o siguen perteneciendo al servicio penitenciario: “Hoy en la actividad somos siete personas, en total socios somos 12, pero hay algunas personas que están en salidas transitorias, entonces cuando podemos solicitar el permiso salen a trabajar junto con nosotros, ya pronto en libertad. Yo estuve detenido, nunca bajé los brazos, empecé a estudiar, hice toda la secundaria. Cuando ingresé a la universidad ahí se prendió la lámpara y dije: Tengo que hacer algo para cuando yo salga. Todos piensan en el sistema penitenciario como cuando salgan que va a hacer. No, vamos a hacerlo antes”.

Biasori explicó su experiencia laboral y organización previo a obtener su libertad, y quienes lo ayudaron a llegar al lugar en el que se encuentra actualmente: “Estuve comandando cerca de cuatro talleres autogestionados dentro del control de encierro, comenzamos a trabajar desde adentro del sistema penitenciario, algunos compañeros que estaban ya liberados fueron elegidos como presidente porque yo no podía serlo si estoy detenido. Tuve que incorporar otras personas para que se hicieran cargo desde afuera, se armaron, se empezó a trabajar limpiando piscinas, arreglando piscinas, mientras que nosotros trabajábamos desde adentro con los talleres autogestionados que no era lo mismo de construcción, pero eran talleres autogestionados de pre moldeado, carpintería, librería y textil. Se armó un buen grupo que iban saliendo, se iban incorporando y trabajando, hasta que salí yo y me pude mover un poco más con influencia de la Universidad, Caritas y actores sociales que estuvieron desde el principio”.

El estudio académico le cambio la forma de ver el mundo a como lo observaba previo a su paso por el servicio penitenciario: “La facultad verdaderamente abre las mentes de las personas, y es una cosa que nunca tendría que perderse en los sistemas penitenciarios. Como le digo a los compañeros: El estudio va a la par del trabajo y a la par de la reinserción. Eso lo tienen que entender todos los compañeros que están detenidos. Yo estoy estudiando, todavía me falta un año en Ciencia Política y Administración Pública”.

“Verdaderamente, las Cooperativas hoy en día necesitan profesionales de otra índole, que es lo que estamos trabajando en Mendoza para poder hacer profesionales en iluminación urbana, aire acondicionado, cosas que el sistema penitenciario nunca la dará. Nosotros estamos buscando la forma para que el compañero que pueda colaborar con nosotros tengan su certificación y poder trabajar a un nivel más alto”, concluyó.

Fuente: Elaboración propia a partir de entrevista realizada por Radio Nacional Viedma (Viedma, Río Negro).