La Cooperativa de Trabajo 3 R Ltda. trabaja en la separación y gestión de residuos sólidos urbanos en las localidades de Saldungaray y Sierra de la Ventana. Actualmente, la empresa cuenta con doce asociados y asociadas, y una coordinadora.

“Entre las dos localidades juntamos catorce mil habitantes en temporada alta. Cerramos el año 2023 con doscientas toneladas de material recuperado puesto en el circuito de reciclado. Esto implica que, de esas doscientas, cincuenta fueron de vidrio. El vidrio es un material que tarda cuatro mil años en degradarse en la tierra”, contó la coordinadora de la Cooperativa 3 R, Liliana Diehl.

En esa línea, remarcó que “el tiempo de degradación de distintos materiales es mucho. Y siempre decimos que, si una sola botella tarda eso, imagínate cincuenta toneladas. Tenemos que ser responsables. Acá tenemos una ordenanza que dice que los comercios no pueden entregar bolsas camiseta, y eso ha colaborado bastante en el ambiente, porque no hay tantas bolsas volando”.

Sin embargo, indicó que, en el contexto actual, su principal actividad se vio afectada por la baja en el volumen del material a reciclar.  

Cambiar la forma de relacionarse con los residuos

“Hoy por hoy, la planta hace catorce años que está funcionando. Empezó en 2010, se hizo una prueba piloto en Saldungaray que tiene dos mil habitantes estables. Para el aniversario de la planta hicimos una jornada de plogging. Salimos la mitad de la gente de una localidad, y la otra mitad desde la otra. Nos encontramos a mitad de camino, donde existe un basurero a cielo abierto. Fuimos juntando en el camino vecinal todo lo que había tirado y terminamos en Saldungaray pesando lo que se había recolectado y sorteamos dos bicicletas compradas con la venta de residuos”, ejemplificó, en relación a las actividades que realizan.

Otra de sus acciones consiste en el trabajo articulado con una escuela de educación especial de Saldungaray, de donde reciben el polietileno de baja densidad de los paquetes de gaseosas y trasladan a una empresa de General Daniel Cerri que elabora bobinas. Esas bobinas, luego regresan a la localidad y los y las estudiantes crean bolsas.

Sobre esto, Diehl explicó: “En esta economía circular no es un intercambio de dinero. Es un producto que se deshechó en ambas localidades, va a otro lado, se transforma, y vuelve como materia prima genuina”.

Fuente: Elaboración propia a partir de entrevista realizada por programa Argentinos en el Mundo, en Radio Argentina (Resistencia, Chaco).