La Cooperativa de Trabajo Las Amazonas del Bajo Flores Ltda. está ubicada frente a la cancha de San Lorenzo en la Villa Padre Ricciardelli, la que se conoce como Villa 1-11-14 en la Ciudad de Buenos Aires.

 “Originariamente somos un comedor que surgió en el año 1989. Eso se fue transformando en centro comunitario con un montón de espacios educativos, y hace seis o siete años se tomó la decisión de hacer un trabajo específico con gente en situación de calle y consumo, y en función de eso armamos la Cooperativa”, explicó el tesorero de la entidad, Nacho de Isla.

De Isla es maestro de primaria para adultos, trabajador social y coordina con un psicólogo el equipo de acompañamiento. Son unos diez en la Cooperativa y unos 22 en el Centro Comunitario que llevan adelante todo el trabajo: “Si bien somos una Cooperativa de trabajo pensando en una figura de una Cooperativa social, que es algo que todavía formalmente en Argentina no existe legalmente, pero que el INAES por ejemplo hace unos años lo decretó como de interés nacional, hay toda una línea de trabajo en función de poder pensar que se constituyan legalmente las Cooperativas sociales, que son todas las Cooperativas que no son de servicios, pero son de laburo comunitario y laburo social, somos muchos los que estamos intentando ver que esa figura de Cooperativa social se lleve adelante”. 

“Nosotros vemos un 2024 de mucho laburo. Nos estábamos planteando la línea de cosas que quisiéramos para el año que viene, y destacamos un montón de cosas nuevas en las que queremos avanzar en nuestro laburo con los pibes y pibas en situación de consumo y calle. Nuestra Cooperativa está dirigida al laburo con todas las familias del barrio, y vemos que el año que viene va a ser difícil”, comentó.

“Tenemos un criterio en el cual la Cooperativa se conforma por partes iguales de hombres y mujeres, y misma cantidad de gente de la villa y gente de fuera de esta. Esto nos da un equilibrio a la hora de pensar y decidir, y un perfil de organización comunitaria. Cada desafío que iniciamos lo encaramos poniendo el cuerpo”, añadió.

Sobre la Federación de Centros Barriales Hogar de Cristo, destacó: “Formamos parte de la federación sin ser una organización de iglesia, si bien siempre tuvimos relación con los curas villeros. La posibilidad de estar dentro de una federación frente a los tiempos que vienen, sociales, políticos y económicos, nos da un poco más de espalda”.

“Son muy pocas las organizaciones que se sostienen desde lo administrativo. La vorágine del día a día te mata, te come. Acá se le da de comer todos los días a más de 500 personas, hay dos espacios de primaria para adultos, secundaria, dos espacios de jardín, cinco espacios de apoyo escolar. Todo eso te marca que además de ser un centro asistencial, es un centro educativo”, concluyó.

Fuente: Elaboración propia a partir de entrevista realizada por Radio Nacional Viedma (Viedma, Río Negro)