La Cooperativa de Trabajo Abriendo Caminos Ltda., con sede en Tres Arroyos, creó y gestiona la primera Casa de Medio Camino de la localidad, un espacio de residencia adecuada para el paciente que por diferentes motivos no puede convivir con su grupo familiar o de forma autónoma. Allí, las personas que por alguna razón se encuentran fuera del sistema de salud mental, encuentran seguridad y refugio.

La impulsora del lugar, Susana Beatriz Fígaro, contó: “Luego de una internación, ciertas personas quedan hospedadas en pensiones y geriátricos que no cumplen funciones terapéuticas. El problema que existe es que estos usuarios no tienen obras sociales, dinero, ni contención familiar, y dependen del Estado, de la Justicia. Por eso existen las personas de apoyo para dar respuesta, porque solos no pueden”.

“Tiene que haber un paso intermedio. Si estás internado en el hospital, y tenés que volver a tu casa, volves al mismo lugar. En estos espacios se trabaja la cotidianidad de los usuarios, y buscar sus fortalezas. La idea es que, con los acompañantes terapéuticos, cuidadoras y equipos interdisciplinarios, se los asista de forma integral. La Casa es muy linda, un espacio muy agradable, contenedora. Tiene baños, dormitorios, y la sostiene la fuerza de gente con el mismo proyecto y para seguir adelante”, afirmó la referente.

En esa línea, afirmó: “existe una Ley, pero faltan muchas herramientas para que estas Casas existan. Hace diez años está la Ley con el cambio de paradigma. Pero había que dar respuesta a eso, había que pensar dónde hacerlo. Y con un formato cooperativista se puede”.

Suma de voluntades

En el cooperativismo encontraron una estructura que les permitía gestionar el espacio y su trabajo de una manera horizontal, con el foco puesto en las personas. El equipo estaba conformado, inicialmente, por Fígaro como acompañante terapéutica, y algunas cuidadoras.

“Así arrancamos, más afianzadas con una prueba piloto junto a otra Cooperativa, y en el 2022 nos llega la matrícula. La verdad es que ahí se abren un montón de oportunidades. Se sumó más gente, pero había que sostenerlo, porque no es fácil, pero no es imposible, colectivamente”, puntualizó.

A medida que pasó el tiempo, las trabajadoras se encontraron con otras entidades de la economía social que desempeñaban tareas similares de cuidado y atención a la salud mental. De esa manera, crearon redes y pudieron ponerle un nombre a su forma de trabajo.

“Es fabuloso el cooperativismo, y lamentablemente esta sociedad no te enseña. Uno está acostumbrado a tener patrón, a no ser dueño de tu empresa. Acá siempre podemos más. Nos llegó la matrícula en 2022, y hoy tenemos la Casa totalmente habilitada, y con una apertura para el 2024 que se va a llamar Arte para todos. Y no solo vamos a dar respuesta a talleres. Todavía no va a ser un Hospital de Día, porque nos faltaría para regular todo lo que nos pide la Región Sanitaria, pero con el tiempo lo va a ser”, concluyó.

Fuente: Elaboración propia a partir de entrevista realizada por FM San Alfonso (Yerba Buena, Tucumán).