La entrevista inició con la típica pregunta que gustan hacer en los medios televisivos de la Capital Federal: “Supóngase que estamos en Finlandia…” (también Noruega, o cualquier país de esos donde se vive de luxe). ¿Cuál es la solución? Y le damos a la folletería de la educación de los países nórdicos. Y a las cuestiones culturales. Y quienes vivimos en Argentina nos sentimos unos nabos que no servimos para nada.

Hace unos días atrás publicamos en esta páginas La obra pública, en manos de quienes trabajan, exponiendo la política pública que comienza a trazarse dejando atrás un proceso de marginación para con las empresas cooperativas. La Resolución decreto 728/2022 establece la posibilidad de que las Cooperativas puedan llevar a cabo “Obra Pública Nacional bajo la modalidad de contratación que corresponda , en la realización de obras de hasta 300 millones de pesos”.

Con la firma del presidente junto a “Juan Luis Manzur – Sergio Tomás Massa – Victoria Tolosa Paz – Raquel Cecilia Kismer – Gabriel Nicolás Katopodis” se publicó en el Boletín Oficial el día 4 de noviembre de 2022. Al rato nomás, quienes se unen en la cartelización de la obra pública en nuestro país -bajo el eufemismo de Cámara Argentina de la Construcción- salieron con su propia publicación “PyMES constructoras en peligro de extinción por competencia desleal de cooperativas informales en la obra pública“, que se reflejaría con cierto apoyo en los medios hegemónicos de comunicación.

Al fin de cuentas, tiene razón Horacio Rodríguez Larreta cuando afirma que “en la Argentina no logramos una visión de país”. Acá los dueños de la riqueza no dejan siquiera que los perritos coman de las migajas que caen de la mesa de sus amos.

En los países nórdicos la educación es un capítulo posterior a la distribución del ingreso. Si nos remitimos a un escrito de Bernardo Kliksberg de febrero de 2021, leeremos que existen ciertas claves en los resultados exitosos de “Noruega, Suecia, Dinamarca, Finlandia e Islandia” para ocupar “los primeros puestos de todos los ránkings mundiales en materia de desarrollo y logros humanos y ambientales”. Copiamos dos párrafos:

En la base funciona un gran pacto económico social entre las políticas públicas, el empresariado, los sindicatos y los principales sectores de la sociedad civil sobre la construcción de un modelo de desarrollo que tiene un alto valor de equidad, uno de los ejes centrales. Los nórdicos tienen el coeficiente de Gini más bajo del mundo: alrededor del 0.25. El de América Latina es el doble.

A su vez, los países nórdicos son producto de vigorosas y eficientes políticas universales de atención temprana, coberturas gratuitas y avanzadas en salud y educación, protección social, apoyo firme a las cooperativas y a la pequeña y mediana empresa, acceso a las nuevas tecnologías y otras similares que “nivelan el piso” para todos.

Ojalá Pagni y Larreta pudieran centrar su atención en estas otras fuentes, y despacharan sus críticas hacia quienes construyen diariamente un país de injusticias.

Saludamos entonces las políticas públicas que alientan la distribución del ingreso, aunque inicialmente sea con montos tan exiguos.